Saturday, September 23, 2006

La Propuesta de Cambio Radical ¿un cambio radical?


El Partido Cambio Radical propuso cambios a la reforma tributaria que radicó el gobierno en el Congreso hace cerca de dos meses por considerar que lesiona los intereses de los trabajadores y de los empresarios.
Se opone al IVA de 10 por ciento a productos de la canasta familiar, a la eliminación de exenciones para los salarios, a la permanencia del 4 por 1.000 y a gravar las utilidades provenientes de la venta de acciones. Los senadores Germán Vargas Lleras y Antonio Guerra, y el Representante Angel Custodio Cabrera advirtieron que sus propuestas van encaminadas a lograr una reforma neutra, que promueva la confianza y competitividad sin castigar a la clase media. Los 16 aspectos que Cambio Radical propone modificar serán ventilados en las comisiones económicas y en las plenarias del Congreso por medio de un pliego de modificaciones.
El movimiento político que no apoya el IVA de 10 por ciento a los productos de la canasta familiar porque – a su juicio - golpea a los sectores más vulnerables de la población, posición en la que ya ha cedido el gobierno.“Compartimos la propuesta de excluir los productos de la canasta familiar y la decisión de no devolver el IVA a las familias más pobres”, dijo el presidente de Cambio Radical.Sin embargo, los congresistas anunciaron que no apoyarán la última sugerencia del Presidente de la República, Álvaro Uribe, de gravar los productos de la canasta con un impuesto al valor agregado por considerarlo antitécnico.Además advierten que no están de acuerdo con la reducción del IVA para los productos suntuarios, como los automóviles de gama alta, y señalaron que votarán por mantenerlo en 35 por ciento. Rentas de trabajo El movimiento también se opone a la eliminación de las exenciones a las rentas salariales, a las pensiones menores a los 50 salarios mínimos mensuales y a las cesantías para personas con ingresos promedios inferiores a los 7 millones de pesos.
Mientras que defenderá la deducción de los intereses por adquisición de vivienda (hasta 24 millones de pesos al año), la exención a los ahorros en los fondos voluntarios de pensiones y en las cuentas de Ahorro para el Fomento de la Construcción (AFC), entre otros.“No es razonable ni justo que cualquier incremento caiga sobre la clase trabajadora”, dijo el Vargas Lleras.Para Cambio Radical la tarifa de impuesto de renta debe bajar sólo a 35 por ciento, y no al 32 por ciento como lo plantea el gobierno, por los problemas fiscales que enfrenta el país. Según Antonio Guerra se debe permitir que las empresas deduzcan los gastos y costos relacionados con la actividad. En la propuesta del gobierno sólo se permitiría que las empresas deduzcan costos y gastos relacionados con los ingresos, lo que a juicio de los congresistas aumentaría la carga tributaria de las empresas.Según un estudio contratado por el partido y realizado entre las 5.000 empresas colombianas más grandes, la carga tributaria de éstas aumentaría entre 80 por ciento y 120 por ciento. “La discusión no es sobre la tarifa sino sobre la base real del impuesto”, explicó el Senador Germán Vargas.Desde un comienzo el movimiento manifestó su apoyo a la eliminación del gravamen a las transacciones financieras ó 4 por 1.000, pero ante la decisión del gobierno de mantenerlo plantea que este pueda ser deducido como retención en la fuente por las empresas y los trabajadores (de altos ingresos) de su impuesto de renta. Otros gravámenesLos congresistas le exigieron al gobierno mantener los derechos adquiridos por los contribuyentes o establecer un régimen de transición para los empresarios ubicados en las zonas francas, los que se beneficiaron de los estímulos a la hotelería, al sector azucarero y los asalariados que utilizaron beneficios para comprar vivienda. Adicionalmente están en contra de la deducción del 100 por ciento por la compra de activos fijos y, en su lugar, solicitan mantener el 30 por ciento actual para evitar sobrecostos a los empresarios.Apoyan la eliminación del impuesto de timbre, pero consideran inconveniente suprimir la renta presuntiva porque genera evasión y no están de acuerdo con gravar la utilidad proveniente de la venta de acciones.“Si se grava la venta de acciones se desestimula la capitalización de las empresas”, señaló Vargas.Por potra parte, le solicitarán al Ejecutivo facilitar la inversión de los extranjeros no residentes en el país eliminando el impuesto de 35 por ciento y mantener en 10 por ciento el gravamen a los servicios técnicos (transferencia de tecnología), al tiempo que se opone a la modificación del régimen para las entidades sin ánimo de lucro.

Friday, July 21, 2006

LO NUEVO DE LA REFORMA TRIBUTARIA


IMPUESTO A LA RENTA
UN NUEVO CONCEPTO UVT (UNIDAD DE VALOR TRIBUTARIO)
Se toma como referencia básica para el cálculo de los montos mínimos y básicos para la aplicación de tasas e impuestos. Lo anterior facilitaría la actualización anual de las bases para la aplicación de impuestos, pues anualmente se haría referencia a un numero X de UVT para la aplicación de una base o monto mínimo. Por ejemplo: Los asalariados tendrán un ingreso exento de 7 SMMLV o 140 UVT.
El valor del UVT es de aproximadamente 20.400 pesos (año 2006) 5% del SMMLV.

CAMBIOS EN IMPUESTO DE RENTA:
· El primer año de vigencia de la reforma, el impuesto de renta será del 33% y para el segundo y subsiguientes será del 32%
· Las utilidades de los negocios de personas naturales y la compensación de los asalariados estará exenta hasta 7 SMMLV ($2.856.000 año 2006) No acumulable si se es asalariado y se posee un negocio.
· Se permite la deducción de la totalidad de la inversión en activos fijos, de esta forma la empresa que invierta y se capitalice verá reducida su tasa efectiva de impuesto.
· Se permite el uso de los créditos fiscales por pérdidas en el momento en el que el contribuyente los necesita.
· Se eliminan los ajustes por inflación
· Se elimina gradualmente el concepto de renta presuntiva
· Se respetan todos los derechos adquiridos (perdidas fiscales, depreciación).
· Desaparece el impuesto a las remesas.
· Desaparece el impuesto de timbre

IMPUESTO DE RENTA PARA ASALARIADOS:
· Se pagará impuesto por salarios y/o prestaciones sociales y, cualquier otro ingreso que constituya salario o remuneración del servicio para el trabajador.
· Las utilidades de los negocios de personas naturales y la compensación de los asalariados estará exenta hasta 7 SMMLV ($2.856.000 año 2006) No acumulable si se es asalariado y se posee un negocio. Esta cifra se encuentra en $2.040.000
· No estarán gravadas las pensiones hasta los 50 SMMLV ($20.400.000 año 2006)
· La tarifa de impuesto de renta para los asalariados será del 15% hasta las 400 UVT (20 SMMLV es decir $8.160.000 para el año 2006).
· La tarifa de impuesto de renta para salarios superiores a los 400 UVT (20 SMMLV es decir $8.160.000 para el año 2006) será igual al 33% para el primer año de vigencia de la reforma y 32% para los subsiguientes.
· NO habrá necesidad para las empresas de expedir los certificados de retención en la fuente para asalariados, pues según los planes de la DIAN será ella misma quien los expida.

IMPUESTO A LAS VENTAS
Seguirán ambos regimenes de impuesto a las ventas con algunos cambios para el régimen simplificado entre los que se encuentran:
· 80 millones de ingresos anuales
· Un Establecimiento
· No Franquicias
· No Usuarios aduaneros
· Consignaciones Bancarias o depósitos financieros inferiores a $80 millones.
· Contratos en el año anterior por ventas o prestación de servicios inferiores a $80 millones

El valor total de las operaciones estará compuesto por:
· Precio del bien o del servicio
· Transporte
· Financiación
· Cualquier otro concepto facturado.

Se reduce el grupo de las tarifas diferenciales así:
· General: 16 - 17% (Propuesta abierta a estudio por parte del congreso)
· Diferencial: 10% - 12% & 25% (Las tarifas superiores al 25% se reducirán a una única del 25%, bajando de esta forma el impuesto que se tienen que pagar por los bienes suntuosos. Esta propuesta tiene acogida en el congreso pero no en las agremiaciones económicas, pues se esta favoreciendo a un grupo muy reducido de la población.)
· Exentos: 0% (Descuentos – devolución)
· Excluidos: (No aplica, pues en los términos del proyecto desaparece. Propuesta también a discusión con el congreso.

Lo nuevo en el IVA:
Descuentos sin límite de la tarifa. Se podrá descontar cualquier tarifa sin importar la tarifa a la cual se genera
Oportunidad para solicitar impuestos descontables, debe coincidir con el bimestre que se cause. Se reduce el tiempo en el cual se pueden solicitar los descontables en el IVA.

Devolución a familias de menores ingresos. Como casi todos los bienes quedan gravados al 10%, se planea devolver dinero a las familias clasificadas en los niveles 1 y 2 del SISBEN. La cifra inicialmente manejada por la DIAN es de cerca de 300.000 pesos anuales por familia. ($294.938 para el año 2006). Pues en estos niveles esta cerca del 80% de la población del país.

GRAVAMEN A LOS MOVIMIENTO FINANCIEROS 4*1000
El gobierno maneja varias alternativas entre las que se encuentran:
Disminuir paulatinamente la tarifa del 4*1000 hasta su eliminación en el 2010 , propuesta muy bien acogida por el sector financiero pero con poco respaldo en gremios pues en su consideración, los primeros 4.250.000 (año 2006) están exentos de este gravamen, lo que implica que la gran mayoría de la población esta exenta del gravamen y solo aplicaría a aquellas personas que mueven en el sistema financiero grandes sumas de dinero.

PROCEDIMIENTO TRIBUTARIO
Se reduce el tiempo para la solución de querellas.
Se incentiva la agilización de soluciones en la vía gubernativa.
Se introduce la segunda instancia en la vía gubernativa.

Gracias ciberaccount

Sunday, June 18, 2006

OTAN, una visión para Colombia

(Tomado de CIPE-Universidad Externado de Colombia)
Estados Unidos ha dejado ver sus intenciones de proponer a Colombia como miembro de la OTAN en calidad de Gran Aliado Extra, tal y como lo hizo con Argentina en 1997. Esta propuesta ha sorprendido a los círculos diplomáticos pues no se advierte, en primera instancia, las bondades de una membresía de tal naturaleza.

Lo primero por señalar es que la OTAN, creada en 1949 como una alianza militar-estratégica luego de la guerra en Corea, cumplió su objetivo disuasivo en los tiempos dela Guerra Fría, pero con la caída del Muro de Berlín y la disolución de la URSS perdió el rumbo y el sentido en un mundo donde las mayores amenazas de uso de la fuerza no provienen de los propios Estados, sino de grupos terroristas –bien de particulares o auspiciados por algunos Estados- contra los cuales la acción militar es inocua. Así que el posible ingreso de Colombia en la OTAN no sólo se hace en el momento de mayor incertidumbre de dicha organización, sino cuando la agenda de seguridad mundial se desplaza del objetivo de la disuasión de la guerra interestatal hacia la guerra contra el terrorismo que lidera Estados Unidos.

El punto de quiebre más significativo del papel de la OTAN como alianza de defensa de sus miembros y de disuasión entre ellos lo constituyó su tardía intervención en la guerra de los Balcanes. Si bien ninguno de sus miembros fue atacado por Serbia, se decidió que la OTAN interviniera más allá de su mandato y de su órbita de influencia. De esta manera, la OTAN inicia su historia de organismo de intervención humanitaria que por falta de recursos no puede hacer Naciones Unidas. La OTAN es, hoy por hoy, el brazo armado de la comunidad internacional, desfigurando su naturaleza.

Luego de los ataques del 11 de septiembre, la OTAN entró en la encrucijada de cómo enfrentar un enemigo invisible contra el que no vale la enorme capacidad bélica de los grandes Estados miembros como Estados Unidos, Alemania y Francia. Con el agravante que Estados Unidos decidió librar su guerra contra el terrorismo por fuera de la normatividad internacional y del Derecho Internacional Humanitario, que es el libreto de conducción de las hostilidades por parte de la OTAN. Estados Unidos no se siente cómodo con la pesada burocracia de la Organización y se irrita ante el procedimiento de consenso que se requiere para ordenar un ataque. La permanencia de Estados Unidos en la OTAN está marcada por el sentimiento de rechazo que se ha forjado en algunos países de Europa por la forma como la potencia ha decidido librar la lucha contra el terrorismo. De ahí que se justifique la invitación a otros países a formar parte de la Organización, tal y como sucedió con Argentina, Israel, Jordania, Egipto, Australia y Corea del Sur, todos con intereses estratégicos para los Estados Unidos.

Colombia es un aliado estratégico de Estados Unidos en el continente americano. La lucha contra el terrorismo y la guerra contra las drogas son los temas que interesan a Washington para apoyar a Colombia militarmente. El ingreso en la OTAN facilita la cooperación militar, la asesoría en inteligencia, el entrenamiento y hasta la presencia de tropas si es necesario. La extensión temática de la OTAN según los intereses de los Estados Unidos es el telón de fondo de esta invitación que no tendría ningún impacto sobre la propia Organización.

En la medida en que Colombia ha ajustado su política exterior a la agenda de política exterior de los Estados Unidos, y con la reelección del Presidente Uribe apostándole a una derrota militar definitiva a las Farc, las posibilidades de que esta invitación, que suena un tanto estrambótica, se materialice, son mayores.

A las críticas sobre que Washington ha descuidado su patio trasero permitiendo el ascenso de gobiernos hostiles a los intereses de los Estados Unidos, como el de Hugo Chávez en Venezuela o Evo Morales en Bolivia, una membresía de Colombia en la OTAN es un claro mensaje político en primera instancia y de prevención militar hacia el futuro. Estados Unidos no toleraría una insurrección política y militar en la región y Colombia es su “cabeza de playa” para impedirlo. Hacerlo desde el mandato de la OTAN legitima esta posición pues no se entendería como una acción unilateral.

Como la agenda de política exterior colombiana no se decide solamente en Bogotá, el margen de maniobra para dar una respuesta negativa, en el gobierno de Uribe, es bastante limitado. Las consecuencias de que sea considerado un gesto inamistoso con sus vecinos y amigos no será considerado como una variable determinante. Se justificará desde la necesidad de reforzar la posición geoestratégica de una democracia que libra una dura batalla contra los traficantes de droga y los terroristas, para lo cual precisa de mayor apoyo de parte de otros países europeos que con su cantinela humanitaria no han contribuido a una toma de partido consistente por la salida militar al conflicto. Ver a Colombia desde la óptica de la OTAN y no desde la óptica de las organizaciones de derechos humanos o el Parlamento Europeo puede incluso cambiar la percepción sobre el conflicto político que aún hoy existe en Europa, lo que ha impedido una más decidida cooperación militar de países como Francia, Alemania y España. El ingreso de Colombia en la OTAN resta espacio político a quienes consideran que la guerra que aquí se libra es de naturaleza política, y esa sería una excelente razón desde el punto de vista de la apuesta del gobierno de Uribe para aceptar esta invitación.

La expansión de la OTAN no cesa. Su mandato está cambiando de hecho en el contexto de la guerra contra el terrorismo. Lentamente se está convirtiendo en el brazo armado de la democracia y el capitalismo ante el terrorismo y el fundamentalismo. Es en ese contexto que la expansión en América Latina lógicamente debe continuar por Colombia: el gran aliado estratégico de Washington para seguir librando sus batallas reales e imaginarias

Sunday, May 14, 2006

COLOMBIA,HACE 4 AÑOS, EN MAYO DE 2002


ORIGINAL DE: ONG MANOS UNIDAS
En mayo, quinto mes del año 2002 que MANOS UNIDAS dedica a los "conflictos olvidados", nos acercamos a un país que a los españoles les resulta muy próximo por su afinidad cultural y por sus raíces: Colombia, el legendario "Dorado" de la época de los conquistadores españoles y territorio de guerrillas, narcotráfico y millones de desplazados de la época actual.No sucede con Colombia lo que con algunos conflictos que se han tratado anteriormente. A pocos les resulta ajena la permanente situación de combate que se vive en este país andino: a las atrocidades perpetradas por los diferentes cárteles de la droga como los de Cali o Medellín se suman los atentados y masacres indiscriminadas que a diario cometen las guerrillas de las FARC y el ELN y los grupos paramilitares apoyados – según muchos – por el propio ejército colombiano.Pero esas noticias, que sin duda contribuyen a despertar las conciencias de muchos, no profundizan como debieran en las consecuencias de esos actos terroristas ni van más allá de ser una mera enumeración de los miles de vidas que se ha cobrado el conflicto en los últimos años.Según el ministerio de Defensa colombiano en lo que va del año 2002 "se registra un promedio de ocho acciones terroristas por día" y en los últimos cuatro años figuran "alrededor de 4.550 actos de terror". Tan sólo en el año 2000 se produjeron en Colombia 12.539 secuestros, cuyas víctimas son mayoritariamente miembros de familias adineradas o de la clase política, de los cuales murieron 600 personas.
UN CÓCTEL EXPLOSIVO: CORRUPCIÓN, MAFIA Y NARCOTRÁFICO
El origen de las guerrillas marxistas y de los grupos paramilitares se remonta a los últimos años del decenio de 1950 y los primeros de 1960. Fue concreta-mente en 1964 cuando estos grupos - que llevaban actuando aisladamente más de una década - se organizan en las FARC (Fuerzas Armadas Revolucio-narias), lideradas por Manuel Marulanda "Tirofijo" y el ELN (Ejercito de Liberación Nacional) cofundado por el sacerdote Camilo Torres Restrepo , muerto en combate un año después.La guerrilla rural de las FARC y el ELN, formada por campesinos que intentaban defender sus escasas propiedades fren-te a la voracidad de los latifundistas y de los intereses extranjeros -fundamen-talmente de Estados Unidos- encuentra pronto respuesta en los grupos paramilitares de "autodefensa" (Autode-fensas Unidas de Colombia, AUC) pagados por los propios latifundistas, el ejército e, incluso, por mercenarios internacionales.

La batalla contra la corrupción, que llevaba años campando por sus fueros en todos las instituciones y organismos del gobierno - en el que desde hace décadas se alternan liberales y conservadores -, se convierte poco a poco en un conflicto armado en el que los 'ideales' de la lucha por la tierra y por los derechos campesinos quedaron relegados al olvido.Es más, esta guerra civil encubierta (nunca reconocida como tal) que ha causado ya miles de muertos y millones de desplazados, fue un excelente caldo de cultivo para la aparición y el mantenimiento de las mafias del narcotráfico.El cultivo de inmensas plantaciones de coca y la fabricación para su exportación de la pasta de cocaína con la que financiar gran parte de los costes del conflicto armado, han supuesto la expulsión de miles de familias campesinas de sus tierras además del aumento indiscriminado del número de víctimas mortales entre aquellos que pueden resultar un escollo para conseguir los ilícitos fines que persiguen estos grupos calificados de terroristas por el departamento de Estado norteamericano tras los atentados del 11 de septiembre.Los famosos cárteles del narcotráfico colombianos - que tantas películas y relatos han inspirado - hacían y deshacían a su antojo con total impunidad en un país en el que los representantes políticos estaban, o bien amedrentados por las continuas amenazas, o bien totalmente corrompidos por el sistema.Oficialmente el gobierno actuaba con dureza contra ellos pero extraoficialmente de todos era conocido que el negocio de la pasta de coca era la principal fuente de ingresos de una nación que, una vez más, tenía sus enormes riquezas naturales (yacimientos de petróleo, carbón, platino, oro, plata y esmeraldas) controladas por empresas extranjeras.A esto hay que sumar que la guerrilla - dueña del control de la producción y el tráfico de los narcóticos una vez desmantelados los principales cárteles de la droga del país -, atenta contra los centros de producción colombianos como oleoductos, plantaciones de café o los sistemas energéticos lo que contribuye a debilitar aún más la economía de las regiones más pobres de Colombia (la tasa de paro en junio de 2001 se situó en el 25 por ciento) y a empobrecer aún más a los más desfavorecidos: las familias campesinas desplazadas.
EL "PLAN COLOMBIA" DE ESTADOS UNIDOS
En agosto de 2000 Andrés Pastrana, presidente de la República de Colombia desde 1999, quien desde el inicio de su mandato se fijó como principal objetivo conseguir pacificar el país, anunció el denominado "Plan Colombia", diseñado por Estados Unidos (sin apenas consultarlo o debatirlo en la nación andina) con la finalidad de promover la paz y ayudar económicamente a un pueblo sumido en la pobreza.Pero EEUU, (que prácticamente había impuesto su plan) centró las ayudas en la erradicación por fumigación con pesticidas de extensas áreas de los cultivos de coca, dejándolos inutilizados para otras actividades agrícolas, con el consiguiente deterioro de las condiciones de vida de miles de colombianos-, y adjudicando, además, gran parte de los recursos económicos al ejército y a la policía con lo que la población de Colombia y la comunidad internacional se quedaron con la imagen de que EE.UU. en vez de apostar por un proceso de paz estaba escalando la guerra.Al "Plan Colombia" hay que unir la cesión a la guerrilla de las FARC por parte del Estado - en un intento por lograr un acuerdo de paz - de grandes superficies desmilitarizadas o áreas de despeje en los departamentos del Meta y de Caquetá –unos 42.000 km2 de zona 'neutral' - con el propósito de adelantar el proceso de diálogo con la guerrilla colombiana y conseguir una reducción del número de actos terroristas y de violencia en el sudeste del paísSin embargo, la zona se convirtió en el lugar central para las operaciones de las Farc. Allí se trasladaban a gran parte de las personas secuestradas, se incrementaron las hectáreas de cultivo de drogas además de los laboratorios para la producción de alucinógenos.Además, las FARC acusan al gobierno de apoyar a las guerrillas paramilitares como aliadas del ejército colombiano.Esta situación llevó al presidente Pastrana a decretar el 20 de febrero de 2002 el fin de la zona de distensión lo que dejó en un impasse el proceso de paz hasta después de las elecciones presidenciales previstas para mayo de 2002.DERECHOS HUMANOS EN COLOMBIALa sociedad civil colombiana se muestra escéptica ante lo que se pueda conseguir tras el próximo proceso electoral. La mayoría opina que una vez constituido el nuevo gobierno la situación será "más de lo mismo".
El pesimismo ha hecho mella entre los colombianos que no ven posible un final a corto plazo de este conflicto que ha convertido a Colombia en el "farolillo rojo " de los países de Hispanoamérica en lo que a la aplicación de los derechos humanos se refiere y que ha situado al país al borde de la emergencia nacional a pesar de que el Ejecutivo de Andrés Pastrana se niegue a reconocerlo.Porque en Colombia nadie está a salvo del terrorismo y las violaciones de los derechos humanos: ni las clases media y alta –víctimas de atentados, secuestros y extorsiones -, ni los empobrecidos campesinos o desplazados - víctimas de matanzas indiscriminadas y también de secuestros, por parte de las guerrillas para militares o de las FARC y el ELN -.Según un informe del Equipo Nizkor, que trabaja para la organización de defensa de los derechos humanos 'Human Rights Watch', la situación de estos derechos en Colombia es "la peor de América Latina"."Las ejecuciones extrajudiciales, la tortura, las desapariciones y las violaciones contra niños e indígenas han alcanzado en los últimos años proporciones epidémicas".Y efectivamente, así es: en Colombia, según UNICEF "más de un millón de menores han crecido en medio del conflicto" lo que ha llevado al ministerio de Defensa colombiano a poner en marcha un programa de atención para "niños desmilitarizados".
Porque en Colombia, hay niños y niñas que a partir de los ocho o nueve años ya saben lo que es la guerra y participan en ella tras ser reclutados a la fuerza o engañados por las guerrillas. A estos niños se les obliga a vigilar a los secuestrados, a ejercer de "escudos humanos", de mensajeros, de espías o de "mulas" para transportar armamento o bombas.Y a aquellos que quieren desertar, normalmente se le fusila.MÁS DE DOS MILLONES Y MEDIO DE DESPLAZADOSLa invasión de las tierras por parte de los grupos armados para hacerse con en control de los recursos naturales, la presión que las guerrillas ejercen para vincular de forma forzosa a los niños y niñas colombianos en la guerra y el auge del conflicto armado en los territorios en los que se asientan las comunidades negras e indígenas, han hecho de Colombia uno de los países con más desplazados del mundo.Desde que comenzó la encubierta guerra civil más de dos millones y medio de personas han sido arrojadas de sus propiedades y lugares de origen y se ven obligadas a vagar por el país , para terminar engrosando los inhumanos cinturones de pobreza que asedian las grandes ciudades. Entre los desplazados un alto porcentaje corresponde a mujeres - convertidas en cabeza de familia al perder a sus maridos e hijos varones en el conflicto - sobre las que recae la responsabilidad del sostenimiento afectivo y económico de la familia.Víctimas también del conflicto son los niños y niñas menores de 18 años, el sector de la población más vulnerable a los cambios que conllevan los desplazamientos, por el grado de indefensión en que se encuentran.También es creciente el número de desplazados de las comunidades afrocolombianas e indígenas que por su idiosincrasia necesitan una atención acorde con sus necesidades específicas.

La Paradoja de la Globalización


Por Guy Verhofstadt, Primer Ministro de Bélgica y actual presidente de la Unión Europea.

Nota de la Redacción
Resulta increíble que una persona de tan alto rango pueda decir cosas tan inconexas. Se dirige inicialmente con todo tipo de generalizaciones torpes a los que denomina “Antiglobalizadores”, metiendo en una bolsa a la mayoría de la humanidad que no goza de los beneficios de algo indiscutiblemente universal, evolutivo y positivo como la Globalidad y a los que tilda de derechistas, racistas, populistas, fanáticos religiosos, incultos, antidemocráticos y deseosos de retrotraerse a la edad de piedra.

Luego de las diatribas reconoce que la Globalización actual es egoísta y propone una Globalización Ética y la creación de una entidad internacional superadora del G-8. Como positivo realiza una autocrítica al cerrar su discurso refiriéndose a las diferencias existentes entre los países ricos del Norte y los pobres del Sur, diciendo:

“Puesto que en este aspecto ustedes tienen razón, incluso cuando tengamos las mejores intenciones, a menudo estamos más interesados en los intereses de una compañía petrolera multinacional, o de los remolacheros europeos, que de la suerte del pueblo de Ogoni en el delta del Níger, o los escasos ingresos de los trabajadores de las plantaciones de caña de azúcar en Costa Rica.”

Mensaje a los antiglobalizadores

Seattle, Göteborg, Génova... Miles de personas que salen a la calle a expresar su opinión. Un alivio en nuestra época postideológica. Si no fuera solamente violencia inútil, hasta darían ganas de aplaudir. La antiglobalización forma una resistencia bienvenida en una época en la que la política se ha vuelto estéril, aburrida y técnica. Esta resistencia es buena para nuestra democracia. Sin embargo, ¿Qué es lo que realmente quieren decirnos ustedes, los anti-globalizadores? ¿Desean reaccionar con violencia ante cualquier forma de propiedad privada, como el black bloc?, o bien, ¿son adeptos al movimiento slow food, un club mundano que edita lujosos folletos en donde siempre se pregona el consumo de alimentos correctos en los mejores restaurantes?

El principio del mensaje alcanza casi nivel de grosería. No participamos de la idea del fin de las ideologías pues ello significaría que el ser humano involuciona. Creemos que la evolución no se ha detenido, todo lo contrario. La misma globalización es una ideología, lo que ha ocurrido es que no ha surgido sobre la base de ideas fuerza sino que ha sido el resultado de una acción conjunta y sinérgica del crecimiento, del neocapitalismo y de la alta tecnología. Es decir, no surge del crecimiento, ni del capitalismo ni de las motivaciones científicas que impulsan la alta tecnología sino de la sinergia de su acción conjunta.
¿Qué hay repentinamente de malo en la globalización? Hasta hace poco, incluso los intelectuales progresistas alababan el comercio mundial, que va a llevar prosperidad y bienestar a países en los cuales antes sólo había pobreza y recesión. Y con razón. La práctica nos muestra que cada porcentaje de apertura extra en la economía de un país hace aumentar en un 1% el ingreso per cápita de su población. Esto explica la riqueza de los habitantes de Singapur, en agudo contraste con la pobreza en la economía cerrada de Myanmar.

No se ponen en tela de juicio las ventajas macroeconómicas de la Globalidad. Lo que se cuestiona es la distribución de sus beneficios. Puede demostrarse y vamos a intentarlo en nuestra próxima entrega, que incluso sin reacción violenta, la Globalización sin distribución justa lleva a la larga al colapso de la economía mundial.

Hasta la cumbre de Seattle, la mundialización no era un pecado, sino una bendición para la humanidad. Un enorme contraste con la extrema derecha que seguía insistiendo acerca de la pérdida de identidad. Sin embargo, desde entonces, ustedes reniegan de la globalización como una especie de peste bubónica que solamente siembra pobreza y ruinas.

Saturday, March 25, 2006

La Guerra sucia: Coca Cola, otro mundo es posible


Colombia se ha constituido en modelo de uso extremo de la violencia paraimponer la mundialización neoliberal. Toda forma de organización social queresiste está siendo exterminada: Indígenas, campesinos, obreros son asesinados por oponerse a las pretensiones de los grandes inversores.
Cada año en este país son asesinados más sindicalistas que en todo el resto del mundo. Coca-Cola y su filial en Colombia, Panamco S.A. participan en esta guerra sucia contra el movimiento social. Es así como en los últimos 10 años, han sido asesinados 8 dirigentes del sindicato de trabajadores de esta empresa, 2 deellos han tenido que exiliarse y otros 48 han sufrido el desplazamiento forzado.
El permanente accionar de grupos paramilitares, actuando en complicidad conlas fuerzas armadas y cuerpos de seguridad del estado, sirve a la multinacionaly a su filial, para presionar ilegalmente a los dirigentes sindicales, obligar alos trabajadores a desafiliarse del sindicato para incumplir convenciones laborales,forzarlos a renunciar a sus contratos de trabajo e imponer bajos salarios a los nuevos trabajadores contratados. Esta política laboral fundada sobre el terror permite a Coca-cola aumentar enormemente sus beneficios.
También en otros países -como Guatemala, Filipinas, Pakistán, India, Israel,Venezuela, etc.- el movimiento social acusa a Coca-Cola de utilizar,directamente o a través de sus filiales, el asesinato, la violencia, lacorrupción, el incumplimiento de las leyes laborales, para alcanzar susfines económicos.
En Estados Unidos la multinacional ha sido denunciada pordiscriminación racial, por atentar contra la salud pública, por dañosambientales, por contaminación genética, y por contaminación del agua. Enmuchos casos ha sido denunciada, algunas veces condenada, pero casi siempre,su poder le ha permitido escapar a la acción de la justicia.
Que cese la violencia de Coca Cola en Colombia y en el mundo!

Sunday, March 05, 2006

El Choco, también es Colombia


Una vez más el Estado colombiano decide vulnerar una de las regiones más biodiversas del planeta con su política de aspersión área de herbicidas contra los cultivos de coca que han comenzado a aparecer en la región, y que según datos oficiales en el 2004 apenas alcanzaba los 453 hectáreas, según el último censo de cultivos conocido. Aunque sabemos aún muy poco sobre la riqueza y enormes potencialidades del Chocó Biogeográfico, quienes estamos preocupados por comprender los complejos ecosistemas de la naturaleza no podemos más que reaccionar por la ignorancia de quienes aprueban y proclaman estrategias agresivas contra la sociedad y el medio ambiente, con la excusa de proporcionar seguridad y derrotar el "narcoterrorismo".
Esta es una política de intervención forzosa en territorios de comunidades negras y pueblos indígenas que viola compromisos internacionales suscritos por Colombia, como el Convenio 168 de la OIT, donde se obliga a los gobiernos a adelantar procesos de consulta previa sobre acciones que puedan afectar la integridad del entramado social y territorial de quienes allí habitan. La preocupación que la medida ha despertado entre la población chocoana es también la nuestra. Las organizaciones sociales, la comunidad científica, los ecologistas, los defensores de derechos humanos y los ciudadanos que firmamos esta declaración, rechazamos el inicio de las fumigaciones en el Choco Biogeográfico, a sabiendas de los impactos negativos que la “Guerra contra las Drogas” ocasiona sobre la democracia, los derechos humanos, la seguridad alimentaria, la salud y el medio ambiente en los países productores donde esta se aplica.
Un asunto es para nosotros completamente claro. Los más de veinte años de fumigaciones aéreas sobre el territorio colombiano, con el objetivo de erradicar los cultivos de uso ilícito y reducir así el comercio de drogas en los países del Norte, no han cumplido su propósito: mientras se asperja de agrotóxicos la selva húmeda tropical, el consumo de narcóticos prolifera con precios reducidos en las calles de los Estados Unidos, simplemente porque la calidad y los volúmenes de producción se han mantenido relativamente constantes a lo largo de los años. En tanto, los ecosistemas estratégicos se destruyen, con consecuencias irreversibles sobre la tradición y cultura de las comunidades ancestrales.
Tampoco perdemos de vista los intereses geoestratégicos y económicos que se mueven detrás de la estrategia “Tolerancia cero contra las drogas”, ni el negocio multimillonario que para numerosos actores lícitos e ilícitos representa el involucrarse en actividades de narcotráfico, dentro del cual la siembra de plantas de coca, cannabis y amapola es el primer y más débil eslabón de la cadena. No nos llamamos a engaños. La cruzada represiva contra las drogas, alimenta la injusticia social y compromete el futuro de varias generaciones cuando se invierten porcentajes significativos del Producto Interno Bruto (PIB) en la financiación de batallones antinarcóticos y en la compra de helicópteros, radares, avionetas y todo tipo de armamento, mientras los índices de miseria involucran a más y más familias colombianas.
“Esto es precisamente lo que se anuncia para el Chocó y lo que, quienes firmamos esta carta, no queremos que suceda”
Para ningún colombiano es un secreto que el Chocó Biogeográfico cuenta con más de 5 millones de hectáreas de bosques húmedos, que constituyen no sólo una extraordinaria reserva de biodiversidad sino el espacio de vida de numerosas etnias indígenas y afrodescendientes que han prevalecido por medio de complejos procesos culturales adaptativos y que tienen el derecho a seguir ocupando los territorios que heredaron de sus ancestros y que, como lo más preciado, quieren legar a sus descendientes. Esta misma preocupación la expresamos en relación con los hermanos campesinos e indígenas ecuatorianos, donde también se sienten los efectos de una política que amenaza con extenderse a la región andina en su conjunto.
Consecuentemente con lo anterior, y en defensa de las comunidades ancestrales, de sus saberes y territorios, exigimos que se suspendan las fumigaciones aéreas con herbicidas en todo el territorio nacional y que de acuerdo a la legislación nacional éstas no se inicien en los ecosistemas frágiles del Chocó Biogeográfico y Parques Nacionales Naturales de Colombia. Apelando a la fuerza moral de nuestros argumentos recomendamos se convoque a las comunidades locales y actores sociales, científicos y de cooperación internacional interesados a la búsqueda de las soluciones pacíficas que la inteligencia y el sentido de humanidad reclaman y demandan.

Tuesday, February 21, 2006

La nueva relacion entre Colombianos


Una seria rectificación de la economía implica la paz, el fin de la guerra y la cimentación de una cultura de concertación que descubra, en el encuentro de las fuerzas sociales enfrentadas, la posibilidad de construir un criterio de verdad y de razón más acertado para la realidad colombiana.

El sociólogo Habermas opina que por encima de la razón instrumental, aquélla que arregla los medios supeditados a los fines y que termina por supeditar al hombre y a la naturaleza al criterio simple del beneficio privado, se encuentra la razón comunicante, construida sobre la base de la interlocución y el respeto de los interlocutores. Esta última es una razón superior, en la medida en que puede acercar con mayor eficacia que aquélla a un criterio de verdad sobre el entorno y las relaciones con la humanidad y la naturaleza.

Los colombianos, en los diferentes procesos de paz parciales que han vivido y en los procesos de reforma democrática que han implementado con el concurso de diversas fuerzas sociales, políticas y étnicas, han descubierto la certeza de construir una razón comunicante en Colombia.

El esfuerzo de profundizar la democracia, de radicalizarla vinculando cada vez más a enormes sectores de la población, hasta ahora excluidos, al espacio de las decisiones y del poder político, puede construir a la larga un nuevo concepto de razón y de entendimiento, que es básico para edificar unas nuevas relaciones sociales en la producción.

La profundización de la democracia implica la construcción de una economía también democrática, donde la relación y la concertación entre los protagonistas de la producción sea básica para la definición de nuevos criterios tecnológicos, organizativos, directivos y de una producción que tenga como fin el incremento de la calidad y la intensidad de la vida de los colombianos.

El criterio de eficiencia económica tiene que escapar del estrecho criterio occidental de la maximización del beneficio y la minimización de los costos, para acoger la tesis de la maximización de la función social de la producción y de la propiedad. De tal forma que más que una sociedad de libre empresa, hoy se necesite construir una sociedad de libre trabajo, que englobe y supere a la primera.

Nuevas relaciones democráticas entre los colombianos traen consigo también nuevas relaciones ante la propiedad de los factores que pueden producir. El monopolio de la propiedad de los medios de producción, de comercialización, de comunicación e información tiene que llegar a su fin. Para ello, se puede establecer la promoción de un renovado criterio de propiedad pública que sobrepase al antiguo y conservador de la propiedad estatal, una propiedad controlada por la misma sociedad en los sectores básicos para la democracia: las comunicaciones, la defensa, la información y la infraestructura económica.

Es posible establecer un nuevo criterio de propiedad solidaria en el área de las finanzas, el crédito, la comercialización de los alimentos, que permita su democratización para bien del conjunto de la economía. También se puede establecer una nueva regla de propiedad privada de cara a sus responsabilidades sociales, controlable por la sociedad y dispuesta a la innovación tecnológica, a la creatividad social y a la interlocución abierta al mundo.

Economía Colombiana, de VERDAD


Colombia demanda profundas rectificaciones en el terreno de la economía. Se ha fracasado en la empresa del desarrollo y la claudicación se expresa hoy en la aceptación completa y acrítica de los procesos de globalización económica, que ya han producido dos efectos: el desastre africano, medido en millones de víctimas, y la africanización de América Latina. Los colombianos se han negado la posibilidad de imaginar otros contenidos de la palabra desarrollo, que no signifiquen necesariamente igualarse a las economías industrializadas. Y en esta carrera loca por asemejarse a lo que no son, los colombianos han caído en el peor de los terrenos económicos, el de la mentira. La economía de artificios que desde hace décadas se construyó en Colombia es el manifiesto más claro de la incapacidad de crear una nueva relación entre sociedad, producción y naturaleza.

La economía especulativa como mecanismo caníbal de apropiación de fortunas, de tierras, de hombres y de naturaleza, en manos de unos pocos que no producen, ni crean, ni inventan, ha castrado las posibilidades de un desarrollo y una tecnología supeditados a la sociedad, a la cultura, al aumento integral de la calidad de vida del conjunto del país. En medio de un escenario como éste, cualquier "política social", cualquier discurso estatal en torno a la problemática social de los colombianos no pasará de ser otra mentira, otro artificio.

En medio de la fragilidad de la política social, tan ingenuamente defendida por un movimiento sindical que renunció a su propia independencia, surge un debate igual de falso entre los defensores de un liberalismo social y los neoliberales. Un debate en el que los oponentes sólo se separan por un problema semántico y de ritmos, sin cuestionar las bases artificiales del conjunto de la economía. Ambas tendencias se autoproclaman como las únicas posibilidades reales para el crecimiento, cuando su propuesta es simplemente una y sólo repite cinco décadas de fracaso. En realidad, neoliberales y social-liberales son lo mismo. A los gaviristas y a los samperistas sólo los separa un problema de edad y de talante.

La economía especulativa, profundamente parasitaria y feudal, no sólo ha negado a los colombianos la posibilidad de la invención y la creación productiva, sino que además es la base financiera de la guerra y de la violencia. Este tipo de economía se defiende con las armas y parcela al país en diversos ejércitos. El propósito de la paz se esfuma, se convierte también en discurso poco creíble y artificioso, si no se articula a la necesidad de modificar las metas y los criterios económicos.

Es preciso que los colombianos se ofrezcan la posibilidad de rectificar el camino del desarrollo y doten a la producción de bienes y servicios de nuevos contenidos, esencias y objetivos, de cara a elevar la intensidad y la calidad de la vida humana en el país. Esta meta es posible si se diseña un renovado diálogo entre los propios colombianos, entre éstos y la naturaleza y entre las distintas civilizaciones del mundo.

Saturday, February 18, 2006

Neoliberalismo Colombiano


Los neoliberales colombianos, ante la evidencia irrefutable del descalabro del modelo especulativo de acumulación -próximo a diluirse como fuego de artificios-, desinflando los activos construidos sobre la base de un crecimiento irreal de la riqueza, levantaron el criterio de edificar una economía regida por el principio de la libertad de los mercados competitivos internacionales.

El proyecto neoliberal creyó falsamente que el culpable del agotamiento de la potencialidad productiva del país era el viejo modelo de sustitución de importaciones, de marca claramente cepalina. Erróneo principio de partida, porque dicho modelo, en realidad, jamás se implementó con exactitud en Colombia. El principio neoclásico de desregular los mercados disminuyendo la participación activa del Estado en la economía fue gravemente interpretado y llevado a la práctica en Colombia desde el comienzo. Se destrozó así la posibilidad de un proceso serio de sustitución de importaciones, de tal forma que el neoliberalismo, en lugar de ser una moda contemporánea, siempre ha existido en el país. Es más, resulta innecesario agregar el prefijo "neo" -válido en países que habían construido modelos diferentes al liberal- para retomar después el sistema.

Por ello, la reforma gavirista no produjo el revolcón económico esperado. El proyecto antimonopolista neoliberal culminó ante la evidencia de la imposibilidad de incentivar la competencia privada en el país, en un plan que priorizó el desmantelamiento de los monopolios estatales en la producción y los servicios. Los monopolios estatales pasaron de inmediato bajo la propiedad de los privados y el neoliberalismo colombiano terminó así en un proyecto político cooptado por los intereses monopolistas, contrariando suès propias raíces filosóficas.
El gavirismo económico no fue sino un episodio más que refrendó el desenvolvimiento espontáneo del modelo liberal de desarrollo, entregando un espacio, antes vedado, para la apropiación privada. El fracaso estrepitoso reveló la imposibilidad de pensar en un idílico modelo de libertad competitiva, ya rebasado en la historia de la humanidad, como mecanismo básico de un proyecto antimonopolista. Algo tan platónico e ilusorio como pensar en su contrario: un plan económico que buscara la erradicación de los monopolios privados, mediante la construcción de monopolios estatales. Lo mismo ocurre con el llamado modelo de "economía mixta", que pretende una convivencia de monopolios privados y estatales en la economía.

Estas fórmulas de superación del modelo especulativo de desarrollo no sólo han fracasado ya en otros escenarios internacionales, sino que además son el reflejo de un empecinado esfuerzo por imitar una modernidad extraña e imponer por la fuerza un criterio occidental de modernización, que en nada tiene en cuenta a la propia latinoamericanidad.

Un proyecto antimonopolista debe, ante todo, recoger del ideario neoclásico la posibilidad de construir un modelo granjero en las mejores tierras del país, redistribuyéndola y devolviendo la actual frontera agraria a su estado previo. La reforma agraria como proyecto antimonopolista no sólo tiene un efecto en la refocalización de la inversión privada hacia la economía productiva, sino que además ataca en la base la fuente de una mentalidad dirigente conservadora y autoritaria, al mismo tiempo que resquebraja definitivamente la influencia premoderna de los grandes hacendados legales e ilegales en la dirección económica y política del país.

Valorización y Especulacion de la Tierra en Colombia

El tercer fenómeno revelador del modelo de acumulación especulativa en Colombia son los altos precios de la tierra rural y urbana, que coloca sus indicadores al nivel de ciudades como Bruselas, Madrid o Miami.

Los efectos que produce la articulación entre los altos tipos de interés bancario y los elevados niveles de valorización de la tierra- producto de una demanda desmedida, determinada por el sesgo feudal de la mafia y de los posibles inversores nacionales- provoca un desincentivo real y serio de la inversión privada en proyectos productivos.

La aplicación que hace Hernán Echavarría de las tesis keynesianas, sobre la desviación de las preferencias por la liquidez hacia la tierra en Colombia, expresa con certeza este fenómeno propio de una economía especulativa con profundas influencias premodernas. El acelerado proceso de valorización del suelo desvía enormes masas de capital de la actividad productiva hacia el artificio. Esto es, la compra de un recurso que, como la tierra, en sí mismo no tiene valor económico, pero que, por mecanismos ideológicos y culturales, expresa relaciones de poder y de dominación política y social territorial.

Las obsesiones especulativas sobre la tierra tienen enormes efectos perversos sobre el medio ambiente, en tanto que centenares de miles de familias campesinas e indígenas son obligadas a desplazarse hacia las áreas de frontera agraria, rompiendo ecosistemas valiosos en selvas y bosques tropicales y, peor aún, ascendiendo en las zonas de cordillera hacia los mismos nacimientos de agua potable. El grado de injusticia social producido, la defensa armada de tierras, el conflicto exacerbado, la guerra sin parámetros éticos de ninguna especie son algunos de los efectos de este fenómeno.

La desmesurada valorización del suelo urbano, ligado al enorme grado de monopolización de la industria articulada a la construcción, no permite el establecimiento de una política seria de vivienda para los sectores más empobrecidos de la población. Enormes masas de valor se desplazan por medio del pago de rentas, de los sectores pobres hacia los propietarios de tierras urbanas -en general empresas constructoras-, mientras amplios espacios de los mejores terrenos quedan improductivos, sin ninguna utilización social, en espera de valorización.

Como en ningún otro momento de la historia colombiana, la necesidad de una profunda reforma agraria podría atajar tantos sesgos negativos de la economía al mismo tiempo. Una reforma produciría una mejora inmediata de la distribución del ingreso, de la calidad ambiental del país -en tanto que defendería la biodiversidad, al hacer retroceder la frontera agraria- y de la cantidad de agua potable, una disminución de las áreas sembradas para narcóticos, un impulso del incentivo hacia la inversión productiva -gracias al descenso de la preferencia por las tierras- y un enorme progreso en las posibilidades de paz y el fin de las guerras por la tierra.

Thursday, February 16, 2006

LAS ALTAS TASAS DE INTERES

Las elevadas tasas de interés, en general, reflejan la voluntad del Estado por reducir los niveles de inflación en Colombia. Aparentemente, estos índices son el reflejo inercial de un nivel de crecimiento de los precios que se niegan a obedecer los dictados del recetario monetarista de restricción de la masa monetaria. Ni el nuevo estatus autonómico del Banco de la República, ni el elevado nivel de las tasas de interés, ni el congelamiento del crédito han logrado disminuir sustancialmente los índices de la inflación en el país.
Los defensores de las prácticas monetaristas olvidan que, hoy, los movimientos de masa monetaria en un país no dependen ya de los mecanismos de control estatal interno, sino que escapan a ellos, al obedecer a tendencias mundiales claramente especulativas. La gobernabilidad de las economías nacionales es cada vez más difícil, por no decir ilusoria. Movimientos marginales de capital desde el punto de vista mundial pueden ser determinantes en Colombia y contradecir, por completo, el esfuerzo estabilizador de su Gobierno.
No obstante, ese fenómeno de globalización especulata del capital no constituye la causa única de la persistente inflación nacional, sino que ésta también se debe a una elevada preferencia por la liquidez, que es reflejo a su vez de la estructura especulativa de la propia economía.
Los balances de las principales empresas monopolistas del país indican que, de sus beneficios, la parte que representa ganancias por intereses y colocaciones bancarias es superior a las que se derivan propiamente de su actividad productiva. Incluso se exporta buena parte de los beneficios como colocaciones internacionales, en lugar de buscar senderos de inversión en Colombia. Se trata de una actitud que podría reproducir la catástrofe mexicana de 1995, tan solo si se presentara un efecto de pánico sobre los especuladores internacionales que colocan su dinero en títulos de ahorro nacionales.
El incremento de la liquidez en la economía conduce a la persistencia de la inflación y, por tanto, a las elevadas tasas de interés en el país. Es el ciclo de acumulación especulativa el que causa este desajuste que, a su vez, reproduce el desincentivo a la inversión, en contraposición a las tesis neoliberales que atribuyen el fenómeno a una inadecuada política estatal del gasto público.
De hecho, la independencia o no del Banco de la República es irrelevante para controlar esta situación y conduce a una polarización engañosa del control de las políticas monetarias entre la banca privada y el Gobierno, que oculta la necesidad de democratizar el sistema financiero, comenzando por lograr que la ciudadanía obtenga controles reales sobre la junta directiva del banco emisor.
El abultado nivel de ganancias especulativas, en relación a las propiamente productivas dentro de las empresas, muestra otro fenómeno que contribuye a fortalecer el régimen de acumulación especulativa en el país. Se trata del desmedido poder del sector financiero dentro de la economía y de los mecanismos de toma de decisión política- alejados de la discusión pública-.
El interés del sector financiero siempre buscará la máxima separación entre las tasas de captación y las tasas de empleo, y el menor encaje posible de los recursos, produciendo- siempre que logre influir en la política pública y subsistan los niveles crónicos de inflación- una rígida tendencia a impedir cualquier disminución de los tipos de interés en el país.
La tesis de Samper sobre la necesidad de bajar las tasas de interés falla radicalmente, en tanto que no elimina las causas reales del fenómeno y las reemplaza por una pretensión clientelista sobre la junta directiva del Banco de la República.

La Economia Especulativa y sus Efectos


Se puede expresar que la economía monopólicamente especulativa que ha construido el modelo liberal de desarrollo se manifiesta, en los últimos años, a través de tres fenómenos: la economía del narcotráfico, las altas tasas de interés y los enormes precios de la tierra.
1.- El narcotráfico
En general, el narcotráfico es una actividad de mercado que crece al amparo de la prohibición internacional. Precisamente ésta le brinda la posibilidad de obtener las más altas tasas de rentabilidad del mercado y, por lo tanto, le otorga su fortaleza. La rotunda prohibición, más que la expresión de la moral profundamente conservadora del calvinismo anglosajón, es la manifestación política de una clara impotencia de la civilización occidental industrializada para otorgar a los individuos la intensidad de vida que le quita la misma sociedad de consumo y que lo condena a la soledad, a la muerte social y a la extinción de la libertad y la imaginación colectiva.
Sin embargo, en Colombia esta actividad ha crecido excepcionalmente, porque además existen condiciones nacionales que permiten su expansión. Entre esas circunstancias se halla una mentalidad empresarial profundamente atacada por la cultura de la especulación generada en el modelo liberal de desarrollo. La adicción a la ganancia sencilla conlleva, necesariamente, la implementación de las actividades de beneficio fácil que deja el mercado.
De tal forma que la economía especulativa no es un producto de la irrupción económica del narcotráfico sino, al contrario, su causa principal, aunque posteriormente el narcotráfico termine por agudizar el efecto especulativo de la economía colombiana. La prueba de ello se encuentra en la misma estructura de la actividad comercial del narcotráfico. El tráfico de drogas nació como una actividad oligopolista, que trataba de imitar el comportamiento monopolista de la economía legal nacional. Los carteles no son más que la salvaje imitación del modelo organizativo de los grandes carteles legales del país y su cultura, su lógica, constituyen la réplica, también, de la mentalidad especulativa de las elites económicas del país.

Colombia: Insuficiencia Monopolistica


El monopolio, como todo especulador protegido, es incapaz de suscitar imaginación social y tecnológica, nunca ha aportado un solo avance científico, técnico o social al país. Los monopolios no han sido ni siquiera aptos para competir con éxito en el mercado internacional, su paquidermismo no se lo permite. Sólo una mediana empresa surgida por la existencia de ventajas comparativas- que han permanecido hasta ahora relativamente estáticas -, ha podido determinar el leve crecimiento exportador de la economía colombiana, lo mismo que el hallazgo de riquezas naturales que, de vez en cuando, salvan los balances económicos de los ministerios de Hacienda.
El monopolio no fue capaz de generar un verdadero proceso de reforma agraria, que diversas clases empresariales del mundo emprendieron para lanzar su economía capitalista, y que fue el principio conductor de los populismos latinoamericanos en México, Brasil y Argentina y del llamado "milagro económico" de los tigres del sudeste asiático. Los monopolios colombianos prefirieron la comodidad de una alianza con los propietarios de la tierra que el temor a las turbulencias sociales.
En Colombia, el intento populista fracasó en el Gobierno de López Pumarejo, por la renuncia y cobardía de la clase empresarial de aquel momento para enfrentarse a los terratenientes y acceder a una alianza con los trabajadores y los campesinos dispuestos a luchar por ese proyecto político. Luego, la iniciativa populista murió definitivamente tras el asesinato de Jorge Eliecer Gaitán en 1948. El empresario colombiano traicionó su propia actividad económica y prefirió el matrimonio paralizante con la vieja capa de propietarios. Una mentalidad atrasada, reaccionaria, penetró en todos los poros y resquicios de la sociedad, condenando al país a frenar su proceso de construcción de nación y de modernidad propia.
De este modo, la economía colombiana fue generando una manera de pensar facilista, audaz solamente para conservar los beneficios logrados en la especulación, pero cobarde en cuanto a la innovación y la imaginación social se refiere, feudal en el manejo de los hombres, de los conflictos, oligárquico en la conducción del Estado.
Como los empresarios alemanes del período prefascista, los monopolios nacionales fueron incapaces de democratizar el país y generaron, los primeros, una mentalidad reaccionaria y autoritaria que produjo la hecatombe mundial del nazismo y, los segundos, el genocidio permanente de los colombianos.
El monopolio nacional fue prematuro y, a diferencia de las grandes multinacionales que comenzaron su desarrollo en medio de una competencia salvaje al interior de sus propios países de origen- que los dotó de unas elites directivas audaces e innovadoras- , los colombianos nunca conocieron la competencia, el riesgo a perder. El monopolio colombiano es, en el mundo empresarial, una simple extensión de la mentalidad rentista y conservadora del propietario de tierras. Esta práctica, en lugar de ser una burda imitación de las formas organizativas de la economía moderna occidental, se construye como la expresión nacional de la alianza entre empresarios enajenados de su propio proyecto histórico y los antiguos terratenientes usufructuarios de los botines de las guerras de independencia. En la gerencia monopolista nacional se encuentra la lógica inerte, vacía de imaginación, autoritaria y cobarde, premoderna en todo el sentido de la palabra, del dueño de haciendas y hatos.
Estos monopolios (6) hoy apoyan firmemente al Gobierno de Ernesto Samper porque éste les ha asegurado las últimas porciones rentables que aún quedan del Estado: las telecomunicaciones, la televisión y algunas grandes concesiones para obras de ingeniería civil.
El monopolio económico, como el viejo estalinismo, es también totalitario. El grupo Santo Domingo estuvo a punto de obtener al mismo tiempo un Presidente de la República, el control de los principales espacios televisivos, radiofónicos y escritos, la presidencia de la mayor central de trabajadores y del principal partido de la izquierda colombiana.
El modelo liberal de desarrollo no es en Colombia un modelo de libre competencia regido exclusivamente por las leyes del mercado. Esta ilusión neoliberal no es más que eso, un sueño irreal que naufraga en la realidad económica de un país sin mercado y sin competencia. El modelo simplemente es un sistema de reglas y de proyectos políticos, que permitió el libre desarrollo- sin mayores interferencias estatales o sociales-, de la apropiación monopolista de un raquítico mercado de bienes de consumo masivo.

Colombia Economica

La economía colombiana es realmente una economía de la mentira, construida sobre la base de cosas que no son ciertas ni reales, espejismos que han edificado en el transcurso de los decenios una compleja, pero ilusoria, economía de la especulación.

La economía especulativa es aquella que ve crecer permanentemente la riqueza medida en cantidades de dinero, sin ninguna relación con el crecimiento de las cosas, los objetos reales ni los valores de la sociedad. Este fenómeno es básicamente el fruto del modelo liberal de desarrollo que los dirigentes tradicionales del país han implementado durante el presente siglo.
Mientras Argentina, México y Brasil desarrollaban un relativamente exitoso proceso de sustitución de importaciones, bajo la conducción decidida de un Estado que apostaba por una política de crecimiento industrial bajo los preceptos de la modernización occidental, en Colombia, la violencia (1) desatada por liberales y conservadores, primero, y luego el cercenante Frente Nacional (2) no permitieron una política seria de industrialización ni de modernización real del aparato productivo. Tanto la violencia como el Frente Nacional convirtieron a los partidos tradicionales y sus diferencias ideológicas en simples competidores en la carrera por privatizar lo poco que del Estado se había construido, mediante instrumentos como el clientelismo y la apropiación patrimonial del poder público.

Colombia tuvo un falso modelo de sustitución de importaciones que generó una incipiente industria, desde el principio monopolista y, en forma permanente, consentida por un Estado subyugado a su interés particular. El mercado nacional e internacional, en su actuar espontáneo, fueron realmente los únicos generadores del proceso de crecimiento económico que se llegó a conocer, aunque bastante deformado y timorato. Muy rápidamente, esa economía monopolista, protegida por un Estado del que ella misma se apropió, engendró una dinámica puramente especulativa.

Era fácil, en aquel entonces, incrementar los beneficios a través del fortalecimiento del sector financiero, como proveedor de fondos del público transferidos hacia las inversiones de los mismos dueños del banco (3) También resultaba sencillo aumentar los beneficios simplemente al establecer un diferencial suficiente entre tasas de interés para las colocaciones y para los créditos. Con ello se condenaba a centenares de miles de colombianos a no poder construir empresas, por el incremento del costo del capital.
La crisis financiera de 1982, pagada por todos los colombianos, mostró la evidencia de este crecimiento mentiroso. Se puede afirmar que el modelo liberal de desarrollo generó una economía especulativa altamente monopolista, una economía de la mentira.