Wednesday, February 13, 2008

Los complices de terrorismo paramilitar


A pesar de que más del 30% de los congresistas están investigados por sus presuntos vínculos con grupos armados al margen de la ley, que muchos de ellos ya están presos y otros tantos rinden indagatoria o están pendientes para el llamado, el fenómeno de la ‘parapolítica’ en el país sigue tan campante como hace unos años. El ‘boom’ mediático que logró el proceso que tiene ante la justicia a varias decenas de congresistas, entre otros funcionarios públicos, no alcanzó para que cambiara la conciencia de un buen número de electores, que, a pesar de las investigaciones y los señalamientos, no castigaron a los partidos involucrados en las investigaciones, sino que por el contrario, los premiaron.

A esa conclusión llegaron los investigadores de la Corporación Nuevo Arco Iris, al comparar los resultados de las elecciones de octubre de 2007 con las de 2003, época en la que el fenómeno de la parapolítica dejó ver sus alcances. El presidente de la Corporación, Fernando Patiño, afirmó a Vanguardia Liberal que esta situación se vio reflejada en el hecho de que partidos como Convergencia Ciudadana, Colombia Democrática y gran parte de Alas-Equipo Colombia, que tiene a los Senadores y Representantes a la Cámara vinculados en investigaciones, “mantuvieran una presencia bastante fuerte preservando, en muchos casos, el mapa electoral que se tenía de las elecciones anteriores”. Lo que venía del 2006 El año pasado, la Corporación sorprendió al país con su análisis de los resultados de las votaciones atípicas, que lograron en 2006 algunos congresistas en regiones donde predominaba la influencia de las autodefensas. El informe fue revelado en los primeros meses de 2007 y dio pie para muchas de las investigaciones que inició la Corte Suprema de Justicia contra los congresistas cuestionados. Por Santander, resultaron involucrados los congresistas de Convergencia Ciudadana, Luis Alberto Gil –para la época senador y presidente del Partido-; además de el también senador Oscar Reyes y los Representantes Alfonso Riaño y José Manuel Herrera. Con excepción de Reyes, todos renunciaron a sus curules, pues optaron porque el proceso fuera llevado por la Fiscalía, donde consideran que tendrán ‘más garantías’. Hasta ahora, ninguno de ellos ha sido llamado ni a versión libre, ni a indagatoria. El número de congresistas investigados en el país ya supera los 50. El nuevo análisis Pasadas las elecciones regionales de 2007, los investigadores de nuevo se dieron a la tarea de analizar y comparar los resultados de los partidos cuestionados obtenidos en 2003 con los de los nuevos comicios. “Las cifras dan un mantenimiento de los partidos más ligados a las investigaciones en un conjunto de departamentos”, aseguró el Presidente de la Corporación, quien explicó que es una investigación preliminar. Por ejemplo, para el caso de Convergencia Ciudadana, a pesar de que perdió el poder de la Gobernación de Santander en 2007, pasó de las nueve alcaldías que controlaba en ese momento, a 29 en la actualidad, que le representan presencia y poder en el 40.8% del Departamento. (ver gráfico) “No estamos haciendo ninguna sindicación, más allá de la constatación de que son los partidos involucrados en parapolítica y de cómo fue el comportamiento”, añadió. A juicio del investigador, a pesar de toda la resonancia que se le ha dado al proceso, así como las vinculaciones, con excepción de las ciudades más importantes y casos localizados, “la parapolítica no influyó mucho en que la ciudadanía hubiera reaccionado castigándolos electoralmente”. Lista ¿Qué pasó? Para el investigador de Nuevo Arco Iris, varios factores influyeron en los nuevos resultados: 1. Aparentemente todavía hay unos mecanismos en la ciudadanía que lleva, a pensar que, contrario a lo que ocurre en las grandes ciudades donde hay opinión, todavía persiste la política no transparente y clientelar en las poblaciones pequeñas e intermedias, por eso no procede una censura política. 2. Parecería que no hay suficiente decantación de costumbres políticas que enfrenten ese fenómeno. 3. Si bien es cierto que el país ganó mucho con revelar esta problemática y mostrar cómo en una serie de regiones hubo una evidente complicidad entre sectores ilegales y actores políticos, “está comprobado que, en la medida en que muchos confesaron y se acogieron a sentencias anticipadas, todavía no se reactivan los resultados que se reflejen en la mecánica electoral”, afirma el investigador. 4. Otra cosa que habrá que investigar es la persistencia de estructuras. “No serán las estructuras grandes como las AUC, pero están comprobado por datos que persisten las bandas ilegales ligadas a actividades proselitistas. Es un fenómeno que tendrán que identificar las autoridades”. 5. Por el régimen de partidos y por las costumbres políticas, parece que este tipo de cosas no tienen mucha ‘digestión’. “Hay que recordar que en España, por ejemplo, con el famoso atentado del Metro, por el sólo hecho de que se supo que el Gobierno de Aznar retrasó una investigación y desinformó sobre un caso, le costó la Presidencia. Aquí la ‘digestión’ de este tipo de fenómenos toma más que un año”. 6. La manera de actuar en política tiene muy interiorizadas otras lógicas: la clientela, el prestigio personal, tipos de coacción bien sea ideológica, política o militar, que hacen que la ciudadanía no reaccione con velocidad a este tipo de fenómenos, sino que pesan otras situaciones. La voz de un experto.


‘La parapolítica se reacomodó y no disminuyó’ * Por Claudia López


Las alianzas de los seis partidos más vinculados a la parapolítica perdieron en las Alcaldías de las ciudades capitales, pero ganaron más alcaldías municipales y sustituyeron unas gobernaciones por otras. Perdieron la Gobernación de Cesar, Bolívar, Santander, Meta y Casanare, pero ganaron la de Antioquia y conservaron la de Magdalena, Córdoba y Sucre. La del Valle del Cauca quedó en manos de una alianza con caudalosa financiación de origen no plenamente establecido y alianzas políticas con Convergencia Ciudadana, que también ganó la gobernación de Amazonas. El partido de la U capitalizó electoralmente en zonas de dominio de la parapolítica y ganó siete gobernaciones: Sucre, Magdalena, Meta, Casanare, Chocó, Guainía y Vichada. El voto urbano y de opinión logró correr la parapolítica de las ciudades capitales y de algunas gobernaciones de la Costa Caribe, pero esas alianzas se replegaron hacia ciudades intermedias, municipios rurales y más gobernaciones, incluyendo la de Antioquia y otras del Oriente del país, y prácticamente todas las de la Costa Pacífica, con la clara excepción de Nariño. Los casos más destacados donde el voto urbano y de opinión le quito espacio a alianzas clientelistas y de parapolítica, se dio en las Gobernaciones del Atlántico, Cesar y Santander, y en las alcaldías de Medellín, Santa Marta y Cartagena, lo cual representa un avance muy significativo para esas regiones. Con los resultados finales del escrutinio y cruces contra otras variables económicas y territoriales, se podrá establecer si la reconfiguración de alianzas de la parapolítica obedece a nuevas alianzas y a un patrón de reconfiguración territorial de rutas de narcotráfico y bandas paramilitares y mafiosas emergentes.

2 comments:

Anonymous said...
This comment has been removed by a blog administrator.
MORALCOLOMBIANA said...
This comment has been removed by the author.